Existe un interés creciente por establecer unas normas de buenas prácticas en el uso de las nuevas tecnologías por parte de los menores. Lo que es actualmente objeto de estudio son los límites de edad, el tipo de tecnologías involucradas y la cantidad de tiempo invertido.
Si bien los resultados no son aún concluyentes, hay un cierto consenso en que entre los menores, especialmente en los más pequeños, hay un consumo excesivo de las nuevas tecnologías. Los niños pasan más tiempo frente a la televisión, el ordenador o las videoconsolas, llegando a estar cerca de cinco horas diariamente frente a la pantalla. Además esta exposición prolongada de los niños a las pantallas se produce a edades muy tempranas, incluso antes de cumplir los dos años.
Según la Academia Americana de Pediatría (American Academy of Pediatrics), los padres deberían evitar que sus hijos utilicen estos aparatos visuales antes de llegar a la edad adecuada en que tengan una madurez adecuada. Así los niños menores de dos años no deberían estar expuestos a ningún tipo de pantalla. Estos dos primeros años son cruciales para el desarrollo cerebral de la persona. La televisión y el resto de los artilugios electrónicos quitan tiempo para otras actividades imprescindibles para el desarrollo físico, intelectual y social del niño, como son jugar, explorar o interactuar con otros.
Entre los dos y los siete años el niño no debería ver mas de una hora de televisión. Se recomienda que no se utilicen los ordenadores ni videoconsolas a esta edad.
Entre los siete y doce años el tiempo máximo de exposición a las pantallas no debería sobrepasar las dos horas diarias, incluida la televisión, la consola y el ordenador, siempre y cuando se evite a esta edad la conexión on-line. Los móviles deberían utilizarse a partir de los doce años; por debajo de esta edad, se recomienda estar sujetos a un estricto control por parte de los padres.
A partir de los trece años se amplia hasta tres horas diarias el tiempo de exposición a Internet, televisión, móvil y consolas, que deberá producirse siempre bajo supervisión. además, más allá de los límites de edad, se recomienda que sólo se permitan los juegos on-line a los niños que muestren una adecuada madurez.
Riesgos asociados a una exposición prolongada de los niños a las pantallas:
- Obesidad.
- Sueño irregular.
- Déficit de atención.
- Menor rendimiento académico.
- Agresividad.
- Dificultades en el desarrollo del lenguaje y adquisición de vocabulario.
Autor: Gualberto Tein Alanoca
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