Según Pazos, Pérez y Salinas (2001: 17-19) los aspectos claves para analizar las comunidades virtuales son la disposición de una red de intercambio de información y el flujo de la información dentro de una comunidad virtual y éstos están sujetos de manera variable a las siguientes características:
– Accesibilidad, que se refiere a las posibilidades de intercomunicación, en especial la disponibilidad tecnológica.
– Cultura de participación, colaboración, aceptación de la diversidad y voluntad de compartir, que condicionan la calidad de la vida de comunidad, ya que son elementos clave para en el flujo de información.
– Destrezas disponibles entre los miembros. El tipo de destrezas necesarias pueden ser destrezas comunicativas, gestión de la información y destrezas de procesamiento.
– Contenido relevante. La relevancia del contenido, al depender fundamentalmente de las aportaciones de miembros de la comunidad, está muy relacionada con los aspectos que hemos indicado como factores de calidad de las comunidades.
Teniendo en cuenta estas características variables se puede analizar que viabilizan una variedad de tipos de relacionamiento entre individuos dentro de comunidades virtuales.
Para comprender los fundamentos teóricos para explicar la formación de comunidades virtuales es importante analizar aspectos que se observan en la organización y creación de comunidades.
Es destacada el cómo Henri, Pudelko y Dillenbourg distinguen diferentes tipos de comunidades utilizando, una tipología bastante concertada, a pesar de la fundamentación diferenciada.
Para Henri y Pudelko, entre las características de las comunidades, parece importante la intencionalidad y la cohesión que se establece entre los participantes. “Estas comunidades comparten características comunes, pero en grados diferentes. De la comunidad de interés a la comunidad de práctica, el compromiso, la participación, la ayuda mutua, el compartir de significaciones comunes y la afirmación de la identidad común ganan en intensidad a medida que se afirma la intención de realizar el proyecto comunitario y que se estrechan los vínculos entre los miembros de la comunidad. Así pues, el proyecto de una comunidad puede desarrollarse y precisarse al compás de las interacciones de los participantes” (Henri y Pudelko, 2003: 15-18).
Henri y Pudelko consideran que las comunidades evolucionan en función de sus objetivos y de las necesidades de sus miembros, a los cuales, las comunidades intentan dar respuesta, conforme la cohesión social entre los miembros, la intencionalidad y conciencia de pertenencia a una comunidad.
Autor: Gualberto Tein Alanoca
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