Desde esta óptica Sperry plantea las implicaciones que el desarrollo de la neurofisiología y los cambios actuales en la conceptualización de mente y conciencia tienen para la interpretación científica de la conducta axiológica de individuos y sociedades.
Este teórico parte de la idea de que los valores pueden entenderse como denominadores comunes y universales de la naturaleza humana; por tanto, determinantes universales de cualquier decisión o de la elección de alternativas. Por ello cualquier estudio de los valores estará relacionado con conceptos como conciencia de uno y experiencia consiente ya que desempeñan un papel decisivo en la configuración de patrones de excitación cerebral (Sperry, 2001: 29)
Lo anterior indica que los nuevos desarrollos de la neurociencia pretenden romper con el determinismo fisicalista (de arriba abajo) de las relaciones entre la mente y el cuerpo. (ob. cit. 2001: 29)
Por otro lado, en la medida en que los intereses, actitudes y valores pueden interpretarse desde el marco de la psicología de la personalidad es lícito formular la existencia de posibles determinantes genéticos de los mismos.
En esta línea se inscriben algunos estudios de Eysenck, los cuales fundamentan la tesis de que los factores genéticos pueden explicar parte de las diferencias individuales encontradas en las actitudes sociales y en los valores.
Así la fundamentación genética de los valores se manifiesta a través de variables de personalidad, donde se podrían establecer relaciones entre extraversión y sistema de valores prácticos orientados hacia lo social, lo cual conduce a los valores humanos o sociales.
“La formulación de Eysenck es biosocial en cuanto que sostiene una interdependencia de factores genéticos, variables o dimensiones de personalidad y condiciones ambientales en la configuración de las conductas axiológicas y preferenciales del ser humano.” (ob. cit. 2001: 32)
De esta manera, desde el siglo XIX la problemática axiológica fue incorporada a las Ciencias Sociales posibilitando una reinterpretación de cómo se concibe o sobre la concepción de y sobre los valores, en ello los valores humanos; sin embargo, al margen de las diferentes interpretaciones los valores son hoy por hoy entendidos como marcos preferenciales empíricos.
En la actualidad diferentes especialistas teorizan bastante sobre los valores, con disímiles puntos de vista, lo cual resulta lógico, pues constituye un tema muy complejo que puede ser abordado desde diferentes enfoques y desde los diferentes campos del saber que integran, por ejemplo, las Ciencias de la Educación: la Psicología, la Pedagogía, la Filosofía, la Sociología y la Historia, entre otras. (ob. cit., 2001: 34).
Autor: Gualberto Tein Alanoca
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