La educación de hoy no necesita limitarse a las paredes de un salón de clases. No debe depender del acceso a Internet en el hogar, un punto de acceso comunitario o un viaje a la biblioteca. No debería ser exclusivo de los niños que asisten a escuelas provistas de libros de texto nuevos y laboratorios de última generación.
La pandemia de COVID-19 aceleró una tendencia hacia dispositivos uno a uno para estudiantes en todo el planeta. Los distritos que aún tenían que asignar dispositivos a cada estudiante se apresuraron a hacer que eso sucediera cuando comenzó el aprendizaje remoto. Los fondos de emergencia ayudaron a llenar los vacíos de los distritos que necesitaban un empujón para hacer grandes compras de tecnología.
Sin embargo, ahora que la mayoría de los estudiantes tienen acceso a dispositivos e Internet, tenemos la oportunidad de determinar si realmente haremos de este un momento de transformación en la educación. Si queremos aprovechar estos cambios, debemos continuar presionando por una verdadera equidad educativa .
Algunas otras estrategias que se deben considerar para continuar mejorando la equidad tecnológica en la educación:
Abrazar a los estudiantes como socios de aprendizaje. Es fundamental que los estudiantes sean aceptados como socios en el aprendizaje. Eso significa que se les debe confiar los dispositivos incluso fuera del aula. En última instancia, los estudiantes que traen dispositivos a casa pueden extender su día de aprendizaje mucho después de la campana final.
Invierta en capacitación tecnológica para educadores. Otro aspecto importante en la búsqueda de la equidad se presenta en forma de capacitación docente. Los maestros fuertes han modificado su plan de estudios y han aprendido a desarrollar una programación educativa exitosa a través de la tecnología. Eso significa utilizar plataformas de aprendizaje, incorporar tecnología en las tareas de clase y aprovechar los avances para ayudar a los estudiantes con discapacidades de aprendizaje.
Crear Planes de Implementación de Tecnología Sostenible. Quizás el elemento más crucial para establecer la equidad educativa a través de la tecnología es crear planes sostenibles para que los estudiantes tengan acceso continuo en los años venideros. Es innegable que los dispositivos de hoy se desgastarán y la tecnología actual quedará obsoleta. Es por eso que los administradores deben pensar ahora en cómo mantener un entorno de aprendizaje de alta tecnología.
La planificación tecnológica a largo plazo simplemente no puede esperar hasta el final del ciclo de vida de un dispositivo. Piense en la tecnología de su escuela de la misma manera que lo haría con el sistema de calefacción de su hogar. Si espera hasta que deje de funcionar, no le quedan muchas opciones. Estará en una posición en la que está pagando una prima para comprar e instalar una nueva unidad simplemente para que pueda restaurar el calor en su hogar.
Así como sabe que su techo deberá ser reemplazado en 20 años o su teléfono celular en dos años, es factible suponer que a los dispositivos comprados durante la pandemia les quedan entre uno y tres años escolares. Busque ahora formas de financiar sus próximos equipos, sin necesidad de depender de una gran subvención o financiación especial.
Los distritos que mantienen la tecnología con éxito son los que dejan de ver la tecnología como una compra única y comienzan a verla como un costo continuo. Al igual que una factura de servicios públicos, sus costos de tecnología deben ser constantes. Pueden subir y bajar con el tiempo, pero no habrá grandes picos y valles en sus costos, porque son un gasto planificado.
La oportunidad de marcar la diferencia en la equidad educativa y tecnológica beneficia no solo a las aulas de hoy, sino también al futuro de los estudiantes en esas aulas. Las decisiones que los líderes escolares tomen hoy determinarán en última instancia la trayectoria de la educación, y nuestra capacidad para hacerla realmente accesible para todos, en los años venideros.