Antony Woodward y Rob Penn responden a esta pregunta de niños. Ambos son escritores.
La respuesta:
Los arcoíris están hechos de luz. Cuando los rayos de sol atraviesan gotitas de lluvia suspendidas en el cielo, la luz blanca se dispersa en bandas de color (rojo, naranja, amarillo, verde, azul, añil y violeta). La luz entra en la gota de lluvia, cambia de dirección y se descompone. Entonces, se refleja hacia dentro en la parte posterior de la gota y, al salir de esta, vuelve a descomponerse en todos esos colores.
Para que podamos ver un arcoíris, ha de llover y hacer sol al mismo tiempo, y nosotros tenemos que encontrarnos entre la lluvia y el sol. Llegar al final de un arcoíris es imposible; y eso es una verdadera pena, porque, como todo el mundo sabe, allí hay enterrado un enorme caldero lleno de oro. Y es imposible porque, aunque los ojos puedan ver el arcoíris, en realidad no es más que luz que atraviesa gotitas de agua: físicamente, no está ahí. La próxima vez que veas un arcoíris, prueba a caminar hacia él: se alejará de ti a medida que avances.
Isaac Newton, un científico muy inteligente, fue el primero en dar una explicación completa de los arcoíris, hace solo unos trescientos años. Antes, durante decenas de miles de años, la gente tenía las creencias más disparatadas sobre los arcoíris. Algunos decían que eran caminos que unían el cielo y la Tierra. Otros estaban convencidos de que el arcoíris era el cinturón del Dios del Sol, mientras que otros pensaban que el arcoíris era un dios que se aparecía en el cielo. Una cosa en la que todos han estado siempre de acuerdo es en que los arcoíris son preciosos.
¿Cómo puedes aprenderte los colores del arcoíris? Rojo, naranja, amarillo, verde, azul, añil y violeta. Prueba este truco: Roberto Narizotas amó de verdad a Azucena el año que la vio.