Desde la psicología humanista el ser humano a través de sus pensamientos, ideas, concepciones, entre otros, trasciende lo real y allí los valores se conceptúan a través de la capacidad inherente a la propia naturaleza humana.
Así, para la interpretación humanista el concepto que explica la capacidad del ser humano de trascender a la realidad y que fundamenta el concepto del valor es el de autorrealización “…en cuanto expresa la tendencia del hombre a expresarse a sí mismo integrando el mundo de los hechos, de la realidad concreta con el mundo de los valores; es decir es la integración de las realizaciones y de los proyectos…” (Maslow en Boeree, 2003: 35).
De allí que sus grandes representantes como Maslow y Erick Fromm utilizan este concepto (autorrealización) para expresar la existencia de un sistema de valores que trasciende la realidad concreta; por tanto, los valores son la manifestación de la tendencia del ser humano a realizarse y expresar sus potencialidades, adquiriendo significación en el marco de la naturaleza intrínseca de éste (ob. cit., 2003: 38).
Desde Maslow (tendencia en la que también se encuentra Goldstein) se puede apreciar que “La interpretación psicológica desde una concepción humanista de los valores se enmarca dentro de una concepción holística de la naturaleza humana, existencia que trasciende la realidad a través de la experiencia interna y donde las condiciones tanto biológicas como socioculturales (que si bien intervienen en la conducta del hombre) no son fundamento de los valores” (ob. cit., 2003: 41).
Lo anterior conlleva a plantearse el problema de la universalidad de los valores; pero no como valores externos o como un sistema universal de valores impuesto por un grupo de filósofos, políticos o líderes religiosos, sino como valores que emergen del organismo humano (enfoque similar al de Maslow).
En esta línea, se encuentra el Test de Valores construido por Gordon Allport y Vernon basado en lo planteado por Spranger, el cual en 1948 ya distinguió seis tipos de valores fundamentales: Los económicos, los teóricos, los estéticos, los sociales (humanos), los políticos y los religiosos, concluyendo que los límites inferior y superior de la escala lo ocupan los valores económicos y religiosos. Este concepto es similar al de sacralización de Maslow que consiste en enfocar las cosas con seriedad, respeto e interés profundo (ob. cit., 2003: 48).
A partir de lo desarrollado por Gordon Allport, se precisa lo que se entiende por valores humanos o sociales, a saber:
– Gusto por la cooperación y asistencia a los demás a partir de la convivencia serena y madura con los semejantes, comprendiendo ello como vital para la evolución de las dimensiones individual y grupal.
– Finalmente, desde Gordon Allport, los valores determinan metas importantes para las personas; de allí que es importante mantener la congruencia entre el valor, la meta y la profesión elegida para estar en la posibilidad de lograr los fines deseados mediante el ejercicio de la profesión.
Autor: Gualberto Tein Alanoca
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