Para aquellas personas nacidas en la era de la información, la vida sin Internet no es vida. Es habitual y principal actividad de un adolescente estar permanentemente conectado (el 75% de los adolescentes están en línea varias veces al día) y es un medio importante por el cual se comunican con el mundo y reciben información nueva. Si bien se puede encontrar información en varias fuentes a través de Internet, una gran mayoría de adolescentes y pre adolescentes tienden a recopilar información de redes sociales como Facebook y Twitter. Un informe de encuesta (año 2015), del Proyecto Media Insights descubrió que la mayoría de los Millennials (entre 18 y 34 años) citaron a Facebook como su única o principal fuente de noticias y otras informaciones.
Desafortunadamente, Facebook no es una fuente confiable de noticias. El reciente estallido de «noticias falsas» ha afectado particularmente a los sitios de redes sociales, ya que este tipo de plataformas están configuradas para propagar información a una velocidad récord, independientemente de la fuente o el contenido. Además, los adolescentes son particularmente malos a la hora de discriminar entre noticias reales y falsas. Según un estudio reciente de Stanford, el 82% de los estudiantes de escuela intermedia encuestados no podían distinguir entre los anuncios y las noticias reales en un sitio web, destacando la necesidad de enseñar a los estudiantes la alfabetización mediática y las habilidades adecuadas de investigación.
¿Por qué las noticias falsas son peligrosas?
El peligro de las noticias falsas radica en su capacidad de propagarse como cualquier otra noticia cuando se toma al pie de la letra. Sin embargo, la intención detrás de la publicación de noticias falsas es engañar deliberadamente a los lectores para que crean un conjunto de «hechos» sobre otro. Los creadores de noticias falsas crean con cuidado titulares llamativos que atraen a cierto grupo de personas (independiente a la generación al que pertenezca) para obtener la mayor cantidad posible de clics e ingresos publicitarios. La mayoría de la información que se encuentra dentro de estas noticias falsas es engañosa, si no demostrablemente falsa, lo que puede generar confusión y conflicto en la población en general.
Si bien los padres pueden limitar la cantidad de tiempo que sus hijos pasan en Internet y el contenido al que pueden acceder, los niños siempre encontrarán noticias falsas. Después de todo, el negocio de noticias falsas es altamente rentable, y casi cualquier persona en el mundo puede crear fácilmente noticias falsas. Por estas razones, es importante enseñarles a los niños a diferenciar entre noticias falsas y noticias reales; anuncios y contenido web significativo; y fuentes creíbles y no creíbles. La responsabilidad no recae únicamente en los educadores, pero se puede presentar un argumento sólido para que los educadores estén mejor equipados para enseñar estas habilidades.
Cómo detectar noticias falsas
Las noticias falsas pueden ser difíciles de detectar con solo un conocimiento limitado de Internet y de redes sociales. Las universidades se han movilizado para enseñarles a los Millennials sobre las noticias falsas, aunque algunos creen que se les debe enseñar a distinguir entre las noticias reales y las falsas a todos los estudiantes a la edad de la escuela secundaria y superiores. Si bien esto puede parecer simplemente un tema más para que los docentes agreguen a la lista, es importante reconocer que diferenciar entre información creíble y no creíble es la base para construir una base sólida de conocimiento.
Para detectar noticias falsas, primero debe tener en cuenta que la información que está leyendo podría ser falsa. La mayoría de los educadores estarían de acuerdo en que sus estudiantes no están bien capacitados en el pensamiento crítico y es menos probable que se den cuenta de que incluso existen noticias falsas. Por estas razones, todos los estudiantes deberían estar al día sobre qué noticias son falsas y cómo se usan. Además, la mayoría de los educadores confían en experiencias interactivas y ejemplos del mundo real para guiar a los estudiantes a través de maneras de detectar noticias falsas. Hay varias preguntas clave que los estudiantes pueden hacer cuando se les presente cualquier información nueva que pueda ayudar a identificar lo que es o no es noticia falsa:
- La Fuente: ¿Quién es el editor? ¿Publican otra información ampliamente reconocida como precisa e imparcial? ¿El autor se atribuye correctamente? ¿Hay referencias creíbles? ¿El nombre de dominio o la dirección del sitio web es similar a la de otro sitio web más reconocido (http://www.eldeber.com vs http://www.eldeber.co)?
- Aspecto del sitio: ¿El título está en MAYÚSCULAS? ¿La estructura de la gramática y las oraciones es pobre? ¿Hay demasiada puntuación? ¿Hay un derecho de autor o una exención de responsabilidad? ¿El sitio parece muy básico (color/diseño mínimo) y está mal organizado? ¿Hay demasiados anuncios?
- El contenido: ¿Es increíble? ¿Es demasiado gracioso, demasiado triste, demasiado aterrador, demasiado bueno para ser cierto? ¿Hay detalles en el texto que simplemente no tienen sentido? ¿El tono es sensacional? ¿Simplemente está tratando de venderte algo o hacer que hagas clic en algo? ¿Te está prometiendo algo que nadie más puede darte? ¿Cuándo fue publicado y/o actualizado? ¿Es una vieja historia que simplemente parece nueva?
Es importante recordar a los estudiantes que detectar noticias falsas es desafiante y requiere un poco de esfuerzo. Sin embargo, con el tiempo y la práctica, pueden convertirse en expertos críticos. Los educadores también deberían tratar de actualizar continuamente el conocimiento de sus estudiantes acerca de las noticias falsas y actualizarlas sobre las nuevas tácticas empleadas por los creadores de noticias falsas para atraer a los lectores.
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