La empatía es la capacidad de proyectarse en la personalidad de otra persona con el fin de entender mejor sus emociones y sentimientos. Al escuchar empáticamente a la otra persona, sin decir nada le estarás comunicando lo siguiente: “Entiendo tu problema y cómo te sientes al respecto, estoy interesado en lo que estás diciendo y no te estoy juzgando.” El oyente transmite inequívocamente este mensaje a través de palabras y comportamientos no verbales, incluyendo el lenguaje corporal. Al hacerlo, el oyente alienta al otro a que se exprese plenamente sin interrupción.
La escucha empática es una habilidad básica que fortalecerá la eficacia interpersonal de los individuos en muchos aspectos de sus vidas profesionales y personales. Para escuchar de esta manera son muy útiles las siguientes herramientas:
- voluntad de dejar que la otra persona domine la conversación,
- atención a lo que se está diciendo,
- cuidado de no interrumpir,
- uso de preguntas abiertas,
- sensibilidad a las emociones que se expresan, y
- capacidad de resumir y compartir de nuevo la sustancia de los sentimientos expresados a la otra persona.
Madelyn Burley-Allen, ex-presidente de la American Listening Association, en su libro “Listening the Forgotten Skill”, (Escuchar: la habilidad olvidada, John Wiley & sons, 1982), menciona que “Cuando uno escucha bien:
- Reconoce a la otra persona
- Aumenta la autoestima y la confianza del otro
- Con sus gestos le está diciendo: “Tú eres importante” y “No te estoy juzgando”
- Gana la cooperación del que está hablando,
- Reduce el estrés y la tensión,
- Construye el trabajo en equipo,
- Se gana su confianza,
- Provoca apertura,
- Gana un intercambio de ideas y pensamientos, y
- Obtiene más información válida acerca de la persona y su situación
Para obtener estos resultados, la autora dice que un oyente experto: “Toma información de otros, sin prejuicios y empáticamente, lo reconoce de una manera que invita a la comunicación para continuar, y proporciona una respuesta limitada, pero alentadora, llevando la idea del que está hablando un paso adelante.”
Cuando eres amigo de una persona, en algún momento tendrás que prestar atención con todos tus sentidos y saber que los pequeños detalles también van a surgir. Cuando te den un regalo, por ejemplo, asegúrate de que demuestras tu agradecimiento. No tienes que darlo por sentado y pensar que como son tus amigos deberían darte un regalo. No funciona de esa manera. Tal vez invirtieron bastante tiempo pensando en qué comprar y posteriormente haciendo las compras propiamente dichas. También gastaron dinero. Entonces, tienes que apreciar todo su esfuerzo.
Deséales suerte en sus días importantes (aniversarios, cumpleaños, etc.). Tampoco hay que pasarlo por alto. Es un día importante para ellos, un día único, y necesitan personas que también lo consideren como especial. Al menos esperan que sus amigos hagan de este un día especial para ellos.
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